Wednesday, October 20, 2010

UN ESTADIO PARA LOS MARLINS


Negocio de algunos
en detrimento de todos…
por Juan Carlos Maimone

El Sentido Común; ese ingrediente para algunos muy liviano 
y para muchos muy fácil de perder, parece haberse instalado 
de manera definitiva en nuestra geografía,
destinada no sólo a ser la Puerta de Latinoamérica,
 si no que además se la imita en todo a lo que hace 
a medidas populistas que en menos de lo pensado, 
se convierten en negocio de pocos en detrimento de todos…

Este parece ser el signo y la mentalidad que ampara de forma casi natural la idea de un estadio para los Florida Marlins en pleno Downtown de nuestra sufrida ciudad de Miami.      
Proyecto del nuevo estadio para los Miami Marlins.
Si bien el equipo de unos cuantos  - no de todos – se encuentra desde su aparición, paria de predios para sus juegos; no es menos negable que la construcción de un faraónico estadio para albergar un par de cientos de fanáticos – no más - en una ciudad colapsada por el tránsito, vetustos métodos de semáforos, un sistema escolar que reclama dramáticos cambios y una seguridad que linda con el Tercer Mundo, no es poco para que al menos los pensantes, nos pongamos en pie de alerta y confrontemos este desatino.        
Tribunas vacías es el denominador común, aún, en un estadio pequeño...
Sin embargo; no todo está perdido y es un aliciente respetable saber que una buena parte de nuestros contribuyentes - preocupados por la situación de la ciudad - haya alzado sus voces para declarar públicamente su oposición a que se invierta en el fastuoso proyecto. 
Por lo menos así lo demuestra una encuesta reciente llevada a cabo en el Condado, que arroja cifras claras y terminantes al respecto, donde sólo el 29% del electorado local apoya el plan de que se utilizaran fondos públicos para la construcción del estadio; mientras que el 60,9% se opone de manera contundente, siendo consistente en todas las líneas étnicas.
El 31,8% de los hispanos, apoya el proyecto, contra el 58% que se resiste. El 19,7 de los no hispanos blancos están por el sí, mientras que el 70% están por el no y por el lado de la raza negra, el 30% está de acuerdo y el 31,4 se opuso…
No es temática de nuestra columna intervenir en este tipo de temas; no obstante, es deber inapelable del periodista producir este tipo de análisis que confrontan seriamente el sentimiento con el raciocinio, nada fácil pensando en la distancia por momentos insalvable que existe entre el fanatismo y la cordura.
A mí me ha tocado personalmente confrontar las posición de algunos periodistas, que obsesionados con la idea de ir a presenciar los juegos desde apoltronados sillones con aire acondicionado y “catering” defienden encarnizadamente las aspiraciones de los propietarios de la franquicia.  
Fanáticos de Los Marlins en un juego oficial...
Es más; alguno en una acalorada exposición adujo que “Si Argentina tenía un River y Boca y Madrid al Estadio Bernabeu que alberga nada menos que al Real, Miami debía de tener a Los Marlins y un estadio…”(?). Evidentemente, una acotación más digna de una evaluación psicológica que de su atención.  Comparar – según los expertos en turismo – a una de los diez fenómenos sociales a presenciar, con un juego de estadio totalmente despoblado o Madrid y sus más mil años de historia con Miami, una ciudad latinoamericana insertada en el territorio de la Unión, es grave…  
Fanáticos de River en un juego oficial...
Pero a qué obedece este tipo de proyectos que no guardan relación alguna con la lógica..?. Es evidente que grandes intereses despreocupados por el costo del la gasolina y que producto de la ineficacia histórica del tránsito, nos lleva a consumir un 30% más de combustible que lo adecuado. A quienes ostentan una enorme mezquindad frente a la situación imperante en las áreas de la salud, la educación y la seguridad, pero que en todo caso aprovechan de manera llana, la estrechez mental de quienes creen que desembolsar un par de miles de millones en menester indispensable para albergar a un equipo de media tabla y que en el mejor de los casos, convoca a un centenar de fanáticos…

Tuesday, October 19, 2010

MIAMI


Prohibido pensar…
por Juan Carlos Maimone

No es menester reiterar, que los problemas del tránsito 
en nuestros Condados sigue siendo como para que 
nuestros legisladores se rasguen las vestiduras (o se vayan). 
Sin embargo; la tranquilidad de muchos 
y el silencio cómplice de otros, conjugan de
manera particular para que esto siga ocurriendo...

Con el agravante de que una gran cantidad de contribuyentes ya se ha empezado a conformar con la situación o lo que es peor, que la misma ya haya tomado visos de naturalidad, haciendo que las soluciones sigan sin aparecer o se tornen aún más remotas.

El consumo de gasolina producto de los continuos embotellamientos en la vías principales, la utilización indiscriminada de los vehículos oficiales inclusive para quehaceres personales y la falta de sentido común, avalan de forma determinante las condiciones imperantes, en detrimento del bolsillo del trabajador, del medio ambiente y de la economía en general.

Las imágenes son sin dudas una muestra elocuente de lo expuesto, sin que nadie se ponga colorado.

En nuestra última columna, nos dedicamos ampliamente a la ciudad de Opa Locka y a la inoperancia de sus autoridades para resolver problemas, salvo a la hora de las campañas proselitistas, claro.

En el Condado de Dade, los vehículos destinados a asuntos oficiales, no sólo son utilizados para llevárselos a la casa del funcionario de turno; si no que por otra parte, durante el horario laboral, los usan para hacer las compras del día, haciendo valer para estacionar, los atributos que poseen en estado de emergencia. Es decir, se estacionan donde se les da la gana…

Los poderosos de las empresas de correo privado léase UPS y FeDex (con nombre y apellido) son otros que sin compasión gozan de estacionamientos tan particulares como capri-chosos, haciendo caso omiso a las señales, esquinas o bordillos amarillos. Ni hablar de los recolectores de basura…

Pero eso no es todo; siguen existiendo maniáticos cortes de rutas en horarios diurnos (si es a la hora de mayor densidad de tránsito, mejor) sin que siquiera se planifique burdamente una estrategia tendiente a alivianar la situación. Me pregunto: No se podría hacer estos mismo pero de noche o no sería más saludable la utilización de policías en zonas emergentes en vez de estar escondidos en lugares ciegos esperando infractores…?

Si se corta una autopista o una arteria importante y deben utilizarse calles alternativas, bien se pudieran utilizar allí, agentes del orden para accionar los semáforos (que aunque parezca mentira, todavía son manuales) y posibilitar el flujo de tráfico acorde a la circunstancia. 

Pero no; se corta una autopista y en las arterias paralelas, los semáforos siguen funcionado con el tiempo del tránsito promedio, cuando en realidad, su densidad aumentó en un 300%...  


Y que me dicen de la genialidad de las Líneas Rápidas en la I95…? Hasta hoy no hemos encontrado un solo entrevistado que no opine que todo está peor… Sin embargo, siguen las obras, las construcciones por doquier y el tránsito peor que nunca, todo rodeado de inoperancia, falta de sensibilidad y lo que es peor, de indiferencia.

Llegará alguna vez alguien con una pequeñísima cuota de sentimiento de consideración hacia el prójimo, conocido por respeto…?.